El 8 de marzo Día Internacional de la Mujer da marco a la concreción y fortalecimiento de las demandas feministas, muchas de las cuales aún deben escalar a niveles donde realmente se den cambios profundos en la sociedad en pro de la garantía de nuestros derechos.

Es así como la Alianza de Redes Feministas Nacionales enfatiza seguir enfocándose en las demandas que erradiquen las violaciones sistemáticas y sistémicas contra los derechos humanos de mujeres y niñas.

Es momento de poner al descubierto y decir basta a las grandes amenazas que actualmente están poniendo en riesgo el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres, empezando por la invisibilización y eliminación del concepto mujer al sustituirlo por “género”, “diversidad” “persona gestante”, o “cis”.

En cambio, es importante señalar que las mujeres no somos un estereotipo ni un medio para satisfacer los fines de los otros ni los del sistema patriarcal.

Esta tendencia adversa de considerarnos objetos está transversalizándose peligrosamente en todos los espacios jurídicos, discurso político y políticas públicas.

El patriarcado sigue siendo el enemigo a vencer por el freno que pretende imponer a los derechos sexuales y los derechos reproductivos de las mujeres a través de las violencias machistas y misóginas.

Hoy, las violencias contra las mujeres no se dan en un vacío, se dan en un clima que nos deshumaniza.

La prostitución, la pornografía, el alquiler de vientres, la trata y la negación de nuestros derechos basados en el sexo, participan activamente en esa deshumanización.

Las mujeres hemos sido y seguimos siendo mayoría en un sistema económico que empobrece, en el que prevalece la delincuencia organizada y común, así como las desapariciones forzadas y el feminicidio dentro y fuera del hogar.

Vivimos en un país donde el Estado no toma en serio que nuestra voz es la voz de lo que nos lastima a todas.

Nos pronunciamos en contra de que se legisle la prostitución; las mujeres no somos objetos que se puedan exhibir, vender o rentar; ser mujer no es un disfraz ni un estado de ánimo, por lo tanto, REPUDIAMOS que la prostitución se catalogue como un trabajo que requiera legalizarse.

Somos abolicionistas, cuestionamos el sistema patriarcal que nos cosifica, no revictimizamos a quienes están en situación de violencia prostitucional; defendemos el derecho de decidir sobre nuestros cuerpos y nos negamos a ser objetos de cambio o de comercio.

Demandamos combatir y erradicar la pornografía, es cultura y antesala de la violación; por esto es imperante contar con un programa a nivel nacional, articulado con las entidades federativas y los municipios para que se desplieguen acciones que detengan esta ilegal práctica.

Acabar con los feminicidios implica acabar también con las otras formas de violencias contra las mujeres, es urgente pasar de la simulación a la acción a favor de los derechos de las mujeres.

Demandamos suficiencia presupuestal y una política de Estado que realmente prevenga, atienda, sancione y finalmente erradique las violencias contra las mujeres.

Nuestro proyecto como Alianza de Redes Feministas Nacionales es avanzar por un feminismo que ponga a las mujeres en el centro, con nuestros derechos plenos y abolir al patriarcado como sistema de dominación total.

República Mexicana, 7 de marzo, 2022.

Día Internacional de las Mujeres