PRONUNCIAMIENTO A FAVOR DEL DERECHO DE TODAS LAS MUJERES A VIVIR LIBRES DE VIOLENCIAS Y EN CONTRA DE UNA ACCIÓN CLIENTELAR
Los Refugios para Mujeres víctimas de violencias, y en su caso sus hijas e hijos, proporcionan alojamiento seguro y confidencial por ser víctimas de violencias extremas, otorgan protección, servicios y recursos que permiten a las mujeres sobreponerse de las violencias machistas y de género. Los Refugios generan condiciones para reconstruir su autoestima y, dar los pasos para restablecer una vida con autodeterminación e independencia.
Las mujeres víctimas de violencias extremas requieren protección y apoyo inmediato, su vida y la de sus hijas e hijos corren peligro. Pensar en que tengan que acudir a una oficina a tramitar apoyo es sencillamente una propuesta fuera de la realidad que vulnera derechos. Los Refugios de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) tienen la capacidad de prestar una amplia gama de servicios de protección y apoyo necesarios para acompañar profesionalmente a las sobrevivientes, y quienes se encuentren en riesgo de ser víctimas de feminicidios.
Darle dinero directamente a las mujeres víctimas de violencias no resuelve este problema porque lo que la mujer necesita además de un espacio de protección de máxima seguridad, es una atención integral especializada. Las mujeres necesitan sanar las heridas físicas y emocionales que las violencias han causado en sus vidas, al igual que en sus hijas e hijos, según sea el caso, y para ello, se requiere de atención psicológica, jurídica, social, psicopedagógica, médica, etc. Se trata de un modelo integral que previene feminicidios, atiende los padecimientos físicos y emocionales producto de las violencias vividas, fortalecer la autoestima, fomentar el empoderamiento y el derecho de las mujeres de tomar decisiones informadas por sí mismas.
Los refugios son componentes cruciales en una respuesta integral a las sobrevivientes. Según lo establecido en varios acuerdos internacionales, tales como la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995 que instó a los países a “Establecer centros de acogida y servicios de apoyo dotados de los recursos necesarios para auxiliar a las niñas y mujeres víctimas de la violencia y prestarles servicios médicos, psicológicos y de asesoramiento, así como asesoramiento letrado a título gratuito o de bajo costo, cuando sea necesario, además de la asistencia que corresponda para ayudarles a encontrar medios de vida suficientes”.
En la Red Nacional de Refugios, AC (RNR) desde el pasado 22 de febrero, señalamos que la estrategia de dar directamente los recursos a las víctimas es improcedente, pues no contribuye a la atención y erradicación de las violencias contra las mujeres, ya que una ayuda económica no restaura derechos, no salva vidas, sino destruye toda la política pública en materia de derechos humanos e igualdad sustantiva.
No se trata solo de dinero sino de la protección de derechos, en el que destacamos el derecho de las mujeres, sus hijas e hijos a vivir libres de violencias y a contar con un espacio que les brinde seguridad, por ello, es importe y urgente dimensionar el impacto que tendría esta errónea medida clientelar en las víctimas de violencias extrema, repercutiendo así en una alta incidencia de feminicidios a corto plazo.
Los mecanismos de participación ciudadana, como somos las OSC, constituimos uno de los ejes internacionales de derechos humanos. Con estas políticas, el gobierno incumple acuerdos internacionales. El más reciente, las Recomendaciones del Comité CEDAW, que claramente establecen la responsabilidad del Estado mexicano en el fortalecimiento de la participación de las organizaciones que hemos hecho un trabajo fundamental en la prevención, atención y sanción a las violencias contra las mujeres.
En los últimos días se han dado diversas declaraciones por parte del Sr. presidente López Obrador y su vocero Jesús Ramírez, que confunden y que dejan en total incertidumbre lo que pasará con el derecho de las mujeres a vivir libres de violencias.
En la Red Nacional de Refugios, AC instamos urgentemente al gobierno federal a rectificar la decisión de darle el dinero directamente a las víctimas de violencias familiar y de género, aspecto que vulnera los derechos de las mujeres a vivir libres de violencias, que va en contra de los tratados internacionales y nacionales en la materia.
Solicitamos de nueva cuenta a las instituciones federales -como lo hicimos mediante la Carta Abierta del pasado 26 de febrero- lo siguiente:
- Un espacio de diálogo para poderle compartir la manera cómo opera un Refugio de una organización civil, queremos que escuche las voces de las mujeres que se encuentran en estos momentos recibiendo los servicios y atenciones integrales – aun cuando no se tiene recurso de la federación durante los 4 primeros meses de cada año-.
- Respetar y ejercer el PEF 2019 etiquetado en el Anexo 13 Ramo 12, Programa Presupuestal S174, Acción Número 448, denominado “Subsidios para Refugios y Centros de atención externa de refugios para mujeres víctimas de violencia” entregando el recurso a los Refugios tanto de OSC como IP como lo marca la Convocatoria Pública 2019 del CNEGySR vigente y ante la cual ya se han presentado diversos proyectos.
- Instalar una mesa de trabajo interinstitucional entre la Secretaria de Salud, Secretaria de Hacienda, Gobernación, INMUJERES, Cámara de diputados, la RNR y OSC expertas en el tema para que, conjunta y corresponsablemente se puedan definir y diferenciar los programas que beneficiarían los apoyos directos a las personas, y los que pondrían en riesgo la vida de miles de mujeres e infantes e incumplirían los artículos 7 y 8 de la Belém Do Para, la Sentencia del campo algodonero en sus recomendaciones al Edo Mexicano. Desde la RNR estamos convencidas de la importancia de articular acciones entre gobierno y sociedad civil en pro de los derechos humanos y los compromisos que el estado mexicano ha asumido en la materia, tal como lo reflejan diversos tratados internacionales que México ha firmado y ratificado, además de los resultados que las OSC hemos dado. Con base a lo anterior, solicitamos respetuosamente, un espacio en su agenda para poder presentarle personalmente los temas plasmados, seguras de que estas propuestas se transformarán en una política pública afirmativa siendo un paso fundamental para avanzar en la construcción de una sociedad libre e igualitaria a la que todas y todos aspiramos.